sábado, 23 de abril de 2011

DE DESAYUNOS Y MERIENDAS…


Menudos desayunos se pegaban en aquellas series americanas que veíamos en nuestras monocromáticas teles de entonces. Y la familia al completo, además, desayunando juntos en unas cocinas gigantescas y bien equipadas! ¿Quién no había experimentado cierta (o mucha, directamente) envidia contemplando aquellas mesas repletas de manjares de todo tipo y condición? Más de la mitad, eran completamente desconocidos para la mayoría de nosotros: Tortitas con jarabe de arce, cajas de CEREALES (CEREALES?) que volcaban sobre enormes tazones llenos de leche -sin Cola-cao!-… Huevos revueltos, bacon, zumos de frutas, jaleas, MANTECA DE CACAHUETE! Después del magnífico desayuno, invariablemente, la madre introducía unos emparedados en sendas bolsas de papel para los chicos, que montaban en aquellos impresionantes autobuses escolares rumbo sus colegios…
En fin, aquí las cosas eran muy diferentes. O al menos, lo eran en mi casa (y en las de mis amigos, lo cual era un alivio sin duda). En primer lugar, los días laborables (o como solían llamarlos nuestros padres «de cada día»), cada uno desayunaba a una hora distinta y a su bola. Mi padre se levantaba muy temprano y, mientras se afeitaba (aún recuerdo el familiar zumbido de la maquinilla eléctrica seguido por el bombeo insistente del pulverizador cargado de ronquina que escuchaba cada mañana desde la cama), mi madre le preparaba un café con leche -y punto- que el hombre se tomaba de pie y en silencio, apoyando los nudillos de una mano sobre la mesa del comedor y mirando al vacío (como pude comprobar años después cuando me levantaba antes que él, a estudiar). Luego, cuando me tocaba a mí, mi madre me preparaba un vaso de Colacao -y punto otra vez-. Y lo que desayunaba mi madre, y cuándo, era un misterio. Ah! Y el bocadillo, envuelto en papel de periódico (al cole, íbamos a patita, por cierto ).

Los fines de semana, eran diferentes, eso sí. Aquí sí que desayunábamos todos juntos. El menú era un poco distinto, de todas formas (chistorras y huevos fritos los sábados, y los domingos, con un poco de suerte, mi padre preparaba sus estupendas MIGAS... Vamos, igual que los americanos!
Pero en la merienda, sin duda creo que les pasábamos la mano por la cara (de hecho, no recuerdo haber visto MERENDAR nunca a los Brady). Cuando llegábamos del cole, a eso de las 5:30, nuestra merienda ya nos estaba esperando en casa! Habitualmente, el bocadillo de turno, con diferentes variantes en su interior: Mantequilla de 3 colores, Nocilla (Leche, cacao, avellanas y azúcar), quizás el mítico y delicioso foie gras Mina, o puede que el sencillo pero sabroso pan con chocolate… Aunque reconozco que debo ser de los últimos que aún probaron el pan con vino y azúcar (ya nos iban entrenando bien desde pequeñitos, entre esto y la Quina San Clemente) y el pan con aceite y sal (se hacía un agujero en el pan con el dedo y se vertía dentro el aceite). Y no olvidemos el pan con mantequilla y azúcar, a veces espolvoreado con un poco de Cola-cao (yo creo que éste fue el verdadero precursor de la Nocilla).



Otro tipo de merienda eran lo que llamábamos «pastas», aunque creo que más bien lo tomábamos como «caprichos» en lugar de un sustitutorio de nuestro sempiterno bocata. En los 70, los pastelitos industriales comenzaron a proliferar. Se promocionaban con fantásticas colecciones de cromos (quién no recuerda el famoso 'Porqué de las cosas' de Bimbo?) y estupendos anuncios de televisión. Mi favorito era el Bony, sin lugar a dudas. Aún se sigue fabricando (y de vez en cuando me permito comerme alguno por los viejos tiempos), pero he de decir que ya no es como el de entonces. O al menos yo recuerdo que la capa de chocolate de encima era tan gruesa que a menudo la debías partir al morderlo, y la mermelada, más abundante con toda seguridad... Me imagino que este tipo de productos, hoy en día, tendrá unas exigencias distintas desde el punto de vista nutricionista, pero entonces estaban buenísimos y nos aprovechaban estupendamente.



Durante una temporada, recomendaban meter el Bony en el frigorífico, para lo cual creo que la pasta incorporaba un palito de madera. Tiene su explicación, porque los Bonys y los Tigretones, cuando apretaba el calor... ¡se fundían dentro de la bolsa, directamente! Otro pastelito que me encantaba era el Topset. Chocolate, caramelo y arroz inflado, si no me equivoco... Cada vez que me tocaba Catequesis, mi madre me compraba uno para merendar :) A menudo los sabores, los olores o incluso las músicas te ligan a determinados recuerdos. Yo tengo asociado el sabor del Topset a las aulas donde todos los chicos que íbamos a hacer la Comunión pintábamos, cantábamos o escuchábamos a los catequistas... Qué le vamos a hacer!


Scan cedido amablemente por Emilio Delliafonte,
publicidad en  la contraportada de  Super Mortadelo



Las meriendas de nuestra niñez... Suculentos bocadillos acompañados de tele o juegos!

4 comentarios:

  1. Los sobrinos del pato Donald también metían malvaviscos (las chucherías llamadas nubes, que allí llaman marshmallows) en la leche, o las asaban en la hoguera cuando iban de acampada.

    Hoy mismo las he probado y están ajjjquerosas, aunque como no tengo hoguera las he calentado con un mechero... vale, soy un poco fullera, ja ja ja.


    Recuerdo perfectamente el Bony con el palito de polo, para meterlo en la nevera (no en el congelador, que yo sepa). Lo difícil era llegar desde el super de al lado de mi casa hasta el 6º piso sin hincarle el diente al Bony de marras... que una era débil de natural... ja ja ja.

    Y el chocolate duro de encima daba paso a un montón de mermelada de fresa color granate y una especie de crema blanca deliciosa. Hoy en día la mermelada es color rojo fosforito y la crema es... indefinible.

    Ainsss, será verdad lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor"...

    :-p

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  2. Pues va a ser que sí... O al menos, entonces, estábamos en 'mejores condiciones' para disfrutar de las cosas :))

    Lo del frigorífico es verdad. Ya veía yo un poco raro lo del congelador... Estos eran los FLAG GOLOSINA! (del congelador, lo saco congelado!)

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  3. Sensacional. Este post me hizo recordar muchas cosas.Los bocatas de mantequilha com jamon dulce (o algo parecido) los de foie gras y claro, el eterno Cola-Cao. Muy bueno !

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  4. Mantequilla con jamón, claro! Cómo nos marcan las cosas que comemos de chicos, eh? :) Nunca se olvidan!

    Saludos!

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