jueves, 21 de abril de 2011

Un blog de recuerdos más...Buf!


Diciembre de 1969, patio de la 
Academia del Carmen, Badalona.
Lo sé, y me he dado cuenta (lo creais o no) al indagar por la red buscando referencias de 'aquellos tiempos', mi niñez (que en mi caso, abarcarían desde finales de los 60 a mediados de los 70). Parece haber un montón de personas que, como yo, y al llegar a cierta edad, vuelcan sus recuerdos en blogs que no se sabe bien quién leerá.


La cosa comenzó con los juguetes. Supongo que, cuando se trata de recordar esa época de tu vida, todo comienza por ahí. Quise reunir en algún sitio todos los juguetes de mi infancia, junto con las sensaciones que experimenté al jugar con ellos. Y volver a verlos, aunque sea en fotografía, ha sido una auténtica avalancha de emociones casi olvidadas. Y poco a poco, todas estas sensaciones revividas han ido arrastrando consigo una imagen más general de la vida tal y como era entonces, y de mi familia y nuestras pequeñas cosas, un cuadro completo de aquella época con el que supongo que muchos os sentireis indentificados.


En uno de los mejores blogs de juguetes de los 60-70, el Kiosko de Akela , leí que pasamos por diversas épocas en nuestra vida, y que es entre los 40 y 50 cuando comenzamos a volver la vista atrás (siempre con cariño y sin obsesiones) para recordar. Supongo que es entonces cuando comenzamos a tener tiempo para hacerlo, ya que hasta ese momento,  probablemente a todos se nos pasa la vida muy ocupados en otras cosas :) Y en este punto de la mía, necesito hacer un 'volcado' de recuerdos. Mi disco duro comienza a estar overloaded y busco un lugar donde depositar todos estos archivos del pasado.

Primero pensé en Facebook, pero creo que un contenido tan personal debe estar en un blog, así que aquí va este intento. Me gustaría que un día, mis hijos pudieran conocer cómo fue la niñez de su padre en palabras y en imágenes, como a mí me hubiera gustado saber cómo fue la del mío (una caja cerrada que contiene información que pocas veces se muestra, probablemente porque no tuvo la suerte de que le proporcionasen una infancia feliz, como la que él sin duda nos dió a nosotros).

Allá vamos!

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