lunes, 20 de julio de 2015

UNAS TIJERAS PARA TODA LA VIDA...


A menudo poseemos pequeños objetos que nos acompañan prácticamente durante toda nuestra existencia sin que les prestemos la debida atención. Simplemente los utilizamos cuando los necesitamos y luego los volvemos a guardar en su sitio.

Pero hoy he reparado en uno de esos objetos que llevan conmigo seguramente toda mi vida. Cortando papel, me he dado cuenta de repente de que las tijeras que estaba usando son las mismas que había en casa cuando era un niño. Es decir, las mismas que recuerdo desde que tengo consciencia (si alguna vez la he tenido). Éstas mismas.

Estuvieron en casa de mis padres durante todo el tiempo que viví con ellos, hasta los 22 años para más señas. Me las llevé conmigo después y las he seguido conservando y UTILIZANDO prácticamente cada día de mi vida desde entonces. Están permanentemente en un cajón de mi estudio, siempre en el mismo sitio.

En casa se utilizaban estas tijeras para todo tipo de usos: Cortar el pollo, para los trabajos manuales del cole o como tijeras de costura. Incluso para algunas chapuzas de papá: «Tráeme las tijeras, Miguel (LAS tijeras), a ver si puedo cortar estos cables» La verdad es que eran las únicas tijeras que había en casa y por tanto estaban absolutamente pluriempleadas. Hasta mi hermano, cuando tenía 4 añitos, las usó para cortarse el flequillo... ¡de raíz!

Lo único que se me ocurre es que estas Tres Claveles de los años 60 son de una calidad tan destacable que han sobrevivido hasta hoy en día sin haber sido afiladas siquiera. Tan sólo siento haberlas despuntado un día en que trataba de hacerlas servir como improvisado destornillador (qué le vamos a hacer, manías heredadas de casa).

Por tanto, gracias viejas tijeras. Aunque espero que sigamos juntos muchos años más sin que ninguno de los dos perdamos el filo...





2 comentarios:

  1. Tres claveles tenían que ser, no podía ser de otra manera (bueno, podrían haber sido El cocodrilo, también).

    No quiero hacer un comentario de mujer viejuna, peeeero... ahora ya no se hacen las cosas como antes.

    Yo coso con unas Tres claveles de mi abuela. He tenido otras tijeras de marca no-t'hi-fixis, pero al final han perdido el tornillo o se han descoyuntado. Las de mi abuela siguen ahí, tan frescas.

    Un beso, Miguel.

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  2. Cuando he visto tu entrada en facebook he pensado "podrían ser El cocodrilo también", y veo que mi yo del pasado pensó lo mismitico... ja ja ja

    Besotes

    PD - ¿El pollo? ¿EL POLLOOOO???!!!???

    :-D

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